Hace ya algún tiempo leí que desde que se habían implantado las cámaras digitales, un gran número de fotógrafos, especialmente los que nos hemos incorporado recientemente, adquieren el mal hábito de no "mirar" una fotografía hasta que ya la han hecho y la revisan en la pantalla de su cámara.
Cuando lo leí pensé que no era más que una exageración de uno de esos fotógrafos nostálgicos de la película, pero recientemente he podido comprobar lo cierto de dicha afirmación. Antes de aparecer la tecnología digital el elevado coste de la película y el revelado hacían que los fotógrafos fueran más selectivos con lo que fotografiaban, pero ahora escuchar ráfagas de fotografías e inmediatamente ver como se repasan es algo muy habitual.
En fotografía se hace difícil generalizar, debido a la gran amplitud de temáticas, cada una con sus características propias, pero lo que tengo claro es que una fotografía debe "verse" en la mente del fotógrafo antes de apretar en botón de disparo, de lo contrario jamás fotografiaremos lo que queremos, si no lo que salga.
Esto, no solo requiere un esfuerzo para conocer los aspectos técnicos básicos de la fotografía (especialmente el conocimiento del equipo que usamos y de la exposición) sino también mental para exigirnos la creación de una gran fotografía que transmita aquello tan especial que nos ha llamado la atención.
De no hacerlo así, jamás aprenderemos las claves de la fotografía no disfrutaremos de este arte ni haremos disfrutar a los demás.
Por lo que os animo a que miréis lo mínimo la pantalla
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